Dentro del marco de la SMJ 2019, Mateo Quinto realizó actividades diversas para niños y niñas de 5 a 15 años. Las actividades estaban centras en dos pilares: “Jugar es un derecho” y “Juego y soy feliz”. De lunes a viernes aproximadamente 40 niños participaron cada día de las actividades propuestas, además los fines de semana más de 80 niños y niñas pudieron jugar libres en el atrio del templo en el suburbio de Amozoc, en Puebla, México, y en el parque al lado.
Una de las escuelas cercanas a La Casa Hogar Mateo Quinto firmó un compromiso para participar como invitada de la SMJ 2019. La Escuela Niño Pablo Armenta es experta en la educación especial para niños y jóvenes con problemas de aprendizaje. El equipo de la escuela realizó actividades externas durante el recreo como: cuadros saltarines, doña blanca, vuelta al mundo, listones y pares y nones; además de otras actividades en las clases para estimular el aprendizaje a través de juegos y hablar acerca de valores y respeto, del valor del dinero, juguetes que producen sonidos, juegos de loterías con números y formas geométricas.
“Los niños y niñas de los suburbios sufren más con la existencia de jóvenes con malos hábitos, por lo tanto promover la importancia del juego es prioritario para crear ambientes sanos para ellos y para adolescentes”, dice Ma. Concepción Cordero Cruz, coordinadora de las acciones en Puebla.
La Casa Hogar Mateo Quinto es una asociación de Amozoc, Estado de Puebla, en México que atiende a personas con discapacidad intelectual en situación de orfandad o abandono familiar. Actualmente La Casa Hogar tiene un centro de capacitación de lecto-escritura, matemática básica, clínica de rehabilitación física, áreas para aprendizaje del cuidado de hortalizas y animales de granja. Desde el 2018, forma parte de la Semana Mundial de Jugar y también lo ha hecho en el 2019. La organización Terre des hommes – Alemania, ha apoyado esta iniciativa desde el año 2000 para brindar hogar permanente (habitación, alimentación y manutención) a quienes viven ahí.
